La acción trata de despojar tres series de dibujos de su expresión estética con el fin de reducirlos a su esencia, que no es el resultado en sí mismo, sino el relato de su proceso de creación: el tiempo empleado, el trazo, el cansancio, la repetición, el pulso. El intento de repetir continuamente una línea recta o la insistencia de cientos de puntos de tinta cuidadosamente emborronados, son ejercicios de inutilidad. Una vez acabados los originales, se escanean en alta calidad y se hacen 29 impresiones en el mismo papel, idénticas al original, mezclándolo entre ellas y dando la posibilidad al espectador de comprar cualquiera de ellos, ignorando si se lleva el original, por el precio exacto del coste de la copia, 3 euros.